jueves, 17 de noviembre de 2016

La situación. Comadreo habanero 4




Se me está acabando el café, mañana tuesto chícharo pa mezclárselo, pero y el potaje de los muchachos, cómo están comiendo ellos, Lazarito no se llena con nada y Mundito va por el mismo camino; yo seca como estoy, no puedo seguir dándole mi pan a la mitad a los dos, algo inventaré, mañana voy al médico de la familia y haré lo mismo que la difunta Nora. Es solo hablar de sequedad en la boca y ganas de comer dulce, luego convencer a Adelaida a que se saque sangre por mí en el otro policlínico, por su tiroides me dan pescao y leche, eso junto a lo que Rolando se lleva de la fábrica nos da pa un bocado al día, con la leche puedo hacer pudín, un huevo que me dé cada uno me sale.
Pasó la semana y ya por fin Adelaida se hizo los análisis, la pobre qué gran favor, sacarse sangre dos veces el mismo día y yo tomarme ese yodo, a ver si contento a la enfermera con el jaboncito que le llevé.
Pasaron los diez días, ya deben estar los resultados.  Finalmente, estoy con tiroides alquilá. Ya tengo la dieta de tiroides, ahora a lo del divorcio con el padre de mis hijos para casarme con Anselmo, que está en las últimas y coger la pensión, primero cogeré el key y las seis cajas de cerveza, junto con la casa en la playa, es invierno pero no importa, dicen que el key está bueno aunque en vez de blanco sale gris por aquello del azúcar turbiná y la mermelada es de boniato, al menos garantizamos algo. A ver cuándo y con quién caso a Rolando. Voy a hablar con Zenaida la invertida, que se vista de mujer un día al menos, que la está pasando mal, desde que la compromiso la dejó por la guantanamera. Es que nadie quiere a nadie.  Así ayudo a mi hermana Concha, la pobre, que está en la “tea incendiaria” (otro período malo de Cuba) que ya nadie se pasa el peine caliente con ella, desde que llegó la tal Ofelia con el desrriz de sosa caústica, que a pesar del escándalo que le dio Alba, la Albina, cuando le tumbó el pelo, la gente sigue yendo, todo el mundo le dice a su peluquería "la pasión de Silvia Eugenia" y al marido Néstor le han puesto Yasmany Hassand, como la novela esa de Radio Martí. Como se llevaron presa a la pecosa por ponerle al hijo Yasmany, eso quería decir que oía la novela. Ya le dije a Lazarito que no oiga más a Rudmini con eso de las estrellas, que están atrás de eso, como cogieron a mi suegro Norberto cuando "la Voz de las Américas " y lo de Chile en los 70.
Ricardo hizo muy bien en irse en aquella lancha, Matilde sufrió, pero mira ya se fue por la Cruz Roja y hasta un paquete mandó pa la familia. Bueno déjame seguir aquí escogiendo este arroz, que ni sal tengo pa ponerle.
Una madre cubana. 1993
090216


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