viernes, 4 de noviembre de 2016

Vergüenza ajena


Un día escuché la expresión y quise utilizarla alguna vez pero no me cabe en ninguno de mis actos. Hace poco experimenté algo que me dio mucha pena, pero no podía decir que era "vergüenza ajena", porque la persona lo estaba haciendo intencionalmente y me pareció tan mezquina y de tan poco valor que me dio lástima.
Como usar armas ajenas con balas de rebote. Existe algo llamado "karma" y ese no falla; va paralelo a aquello que dice: Aquí se hace, aquí se paga. Todos tenemos ángeles guardianes, unos más fuertes que otros; más intolerantes o benéficos. Esto no solo depende de la situación, sino también de la persona agresora o agredida. Yo por ejemplo vengo de una estirpe familiar, muy fuerte, donde lo que no vemos lo sentimos, lo soñamos o nos lo dicen en los oídos. Cuantas veces no oí decir a mi abuela: Pobre fulana o mengano y recibir la llamada de su fallecimiento. Ayer fue un día en que me levanté cantando "Querida"; los que recuerdan sabrán que fue la primera canción que llegó a Cuba de Juan Gabriel. Más tarde como todos los domingos fui al "boteco" (bar-fonda) del barrio y allí almorcé, cuando llegué había puesta una música "sertaneja", lo que llamamos de campesina, y cuando termina la canción comenzó a tocar una versión en portugués de "Querida" y me llamó la atención que la traducción era casi perfecta pero en vez de Querida decían Menina lo que no molesta mucho al oído. En portugués existe el vocablo querida; pienso yo que querían darle un toque más personal, lo comenté con un cliente asiduo de "la casa"; y al minuto vibra el teléfono y veo la noticia, lo que no me sorprendió mucho pues recordé que el día anterior había visto una auto-entrevista de Juan Gabriel en el canal Youtube y al verla me dije: Creo que se está despidiendo.
Hay algunas cosas que mejor ni pensarlas, pero hay otras, las que suceden con personas a las cuales amamos, estimamos o a las que estamos vinculados de alguna forma, que al proceder o dejarse guiar u ocultar con o por la maldad dejan mucho que desear, cayendo en ridículo. Por esos actos y esas personas es por las que siento, lo que se llama "Vergüenza ajena".

No hay comentarios.: