miércoles, 2 de noviembre de 2016

Astrológicamente hablando

Capricornio y Escorpión

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Fue una gran sorpresa para mí el saber que el verdadero nombre de Juan Gabriel, era Alberto; me dije: somos tocayos, pero cuando supe que había nacido el siete (7) de enero, como yo, quedé conmovido. En mi vida - y pienso que en las de ustedes también - existían esas casualidades, pero yo en particular siempre le he dado mucho valor a las fechas y a los cumpleaños de mis amigos y conocidos. Aún recuerdo las fechas de nacimiento de mis amiguitos del Pre escolar.

Como cubano al fin, nacido en medio de aquella epopeya revolucionaria, se nos privó de algunas informaciones que luego salieron a la luz, a través de revistas foráneas, como la "Hola", que nos llegaba de vez en cuando; pero juro que cuando tuve la experiencia que les voy a contar no sabía "ni papa" de astrología, que es a lo que me referiré.


Había en el instituto pre-universitario en el que estudié,una muchacha muy popular, no tan solo por su belleza sino por la gracia y energía que emanaba. A mí me era muy difícil llegarle pues siempre estaba rodeada de amigos que venían desde tiempos atrás, de la secundaria y hasta de la primaria.
 Me llamaba la atención, no solo por sus características, sino también porque, a pesar de la diferencia de edad, me recordaba a mi adorada madre.


No tanto en el físico, como en su comportamiento, gestos y ademanes. Un buen día de principios del curso 80-81, me le acerqué y con sana inocencia me atreví a dirigirle la palabra, respondiéndome, de modo, inesperadamente brusco: ¿Por qué me hablas con lo mal que me caes? Me dijo así y me quedé en una pieza, pero como estaba resuelto a "conquistarla", le respondí: ¿Sí? Con lo bien que tu me caes; desmoronando toda su inicial agresión. A partir de ahí nos pusimos al día de nuestras vidas y fuimos quedando más apegados. Fue así que un día de fines de octubre de 1980, a la hora del receso, me llamó misteriosamente, preguntándome qué haría ese fin de semana; le dije que nada, que por qué me lo preguntaba y era que quería invitarme a su cumpleaños 16; sería el sábado 1° de noviembre, a lo que respondí, sorprendido: pero es el día de tu cumple, asintiendo ella. Oh Dios, era una casualidad, que hubiera nacido el mismo día que mi mamá y que a pesar de los casi 19 años de diferencia, se parecieran tanto. Astrológicamente, eran del mismo signo, algo que yo desconocía y que vine a saber poco después.

Esto me hizo fascinarme por la astrología y el mundo de los signos y sus características hasta hoy, que siendo 1° de noviembre de 2016 y pasados 36 años, una vez más celebro con gusto, aunque en la distancia, el cumpleaños de mi madre Santa y de mi gran amiga y hermana Susana Mendoza.
Mi madre Santa.

Mi querida Susana.








Felicidades en este nuevo ciclo.


Mariposa. Flor nacional de Cuba















2 comentarios:

Martica dijo...

Que linda tu Mama

Alberto dijo...

Gracias. La belleza de la mujer embarazada. Yo no aparezco porque es una foto. Si fuera un ultrasonido tal vez, aunque en la época, (1964) no había.