lunes, 14 de noviembre de 2016

Monólogo de la suegra

Ya le he dicho que no me ande más en el escaparate, que ahí tengo mis cosas, y eso no se lo aguanté  ni a mamá que en gloria esté. Va a venir ella a tocarme lo mío, por eso no se puede meter a nadie en las casas; el que se case que busque pa donde ir, como hice yo, que me metí en el solar de Acosta y Aguacate doce años hasta que estos niños no crecieron que empezaron a ver y preguntar cosas extrañas y fue cuando le dije a Alberto que me sacara de allí y así llegué aquí con una palangana y dos bultos de ropa pa lavar que le cogí a Delia y a mi comadre para por lo menos comprar unas libras de picadillo, pa los muchachos. Gracias a ese espíritu que se me apareció y me dio el número al oído y pude amueblar esta casa hasta el sol de hoy, por eso no me deshago de mis muebles y esta degenerá ahora andándome en el escaparate. Al primer grito ya sabré que es ella, pero déjala, puse cinco ratoneras, pa cuando meta la mano le duela bien, más la mano de golpes que le voy a dar con el palo de guayaba que tengo atrá de la puerta. No me importa que sea mi nuera, si quiere registrar, que vaya y registre una queja en la estación, porque la voy a dejar madurita.

200615

No hay comentarios.: