Me mira y
se ríe, será sinvergüenza, la dentadura que tenía, míralo ahora, parece una
mazorca desgraná; y que de los tres fue el único que sacó el pelo de la madre; la china, la manicure, las hembras salieron atrasadísimas, como el padre, chinas, con una pasa amarilla rebelde; era estropajo. Quén dice que son jimaguas; una estaba acabada, fumaba y esa cara la tenía que era un metro
de corduroy, la nicotina acaba. La otra no tanto. Él sí sacó el pelo bueno de la madre y el
color del padre, que nadie conoció. Cuando llegaron al barrio ya se habían
separado, la había dejado por una santiaguera gorda, que lo engatusó y al final
lo dejó y tuvo que dividir el cuarto, porque le parió, le dijo que estaba en
estado y se fue pa Santiago a pasar el embarazo. Nadie la vio con barriga,
pero a los nueve meses se le apareció con un chiquito en los brazos, al que le
puso su nombre y todo, pero entre cielo
y tierra no hay secretos; se supo que no era suyo pero ya le decía papá y él no
tenía hijos. Ahora está acabado, parece una bicicleta que rodaron ponchá, pero en su tiempo daba el plante; yo no,
porque Horacio me enamoraba desde los 14 años, pero pregúntale a Tamara la del
21, ella estaba loca con él. ¿Por qué me miras así, chica? Ah sí en el solar no hay número 21. La cosa
es que ella tenía un 21; óyeme que soy santera y no puedo decir el nombre de
ese animal que se arrastra.
Nunca imaginé que fuese a acabar sus días así. No olvidaré aquel carnaval del 74; el de “la 14”, que por cierto fue el
último. No tenía ni pa una perga de cerveza; vendiendo rolos hechos de tubería
plástica y cable que le traían de la CONACA y de la compañía de electricidad.
Si no es por mí que lo ayudo a levantar la alcantarilla y tirarlos, le hubieran
quitado lo único que tenía. Suerte que era 25 de julio y se metió en todos los CDR, a tomar caldosa, porque
estaba pasando una “brisa” que ni el talco. Ese día conoció a Zenaida, mira que
lo ayudó, pero bruto como es, la perdió en un santiamén. Así habrá sido el
desencanto de esa criatura que de momento empezó a vivir con Barbarita boca de bulla,la invertida y todavía siguen; a Barbarita se le murió el hermano y criaron al
sobrino entre las dos, ya es un hombre. El otro día trajo a la novia, más
simpática, no es bonita pero tiene un tipito graciosito; es ingeniera y to. la
familia se fue pal norte; ella se quedó por la universidad y le va bien en la EMPROVA.
Él hizo un técnico medio en contabilidad y está en el banco de O’ Reilly. Tiene tremendo negocio porque empaqueta en
celofán las monedas de tres del “Che” y se las vende a los extranjeros
por mediación de una amiga que trabaja en el “Club del Marino”. Hay que
inventar mi hermana. Tú dirás que soy chismosa, pero lo sé
por Tania la cartomántica, que le sabe la vida y milagro al barrio. Dicen que es muy buena; sólo que cuando sale se lo cuenta todo a Aurorita, la
del matadero y a mí en la cola de los mandados Tú porque eres Plan
jaba y sales pronto, pero yo no y como tengo todo el tiempo del mundo, la
espero en la cola hasta que llegue, fuma y le doy una caja
de cigarros “AROMA” y la gitana empieza a hablar. Un día me adivinó una cosa y le corté la luz
al espíritu. ¿Qué, qué? Ja, ja, le dije
que no, que no era yo y era verdad, fue cuando me quise vengar de Horacio por
engañarme con la enfermera del médico de la familia y me dijo: tú tienes otro
marido. Con la misma la miré y se lo negué rotundamente y ya yo estaba con Ramón, “el quebrao” Tuve que negárselo porque viene otra y le da
una caja de cigarros y le cuenta mi vida. Cuidado que ahí viene Horacio. Ay dios mío me cogió con esta saya can-can de
cuando el santo y sin blúmer. Salí corriendo rápido y me encontré contigo. Bueno
mi amiga después te veo que tengo que atender al animal, que viene con su cara
de mulo, como siempre.
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